Si por alguna fatídica casualidad mi mirada se pierde en el infinito rehusando mirar tu sonrisa o el brote amargo de una lagrima, no dudes de mí, ni de ti, ni de nosotros simplemente es mi mirada terrible, la más oscura la que vierto al infinito la que arranco de nosotros, son mis terribles momentos y son parte de la fatídica realidad pero cuando el infinito se hace pequeño y en mi vuelve la calma descubrir tu sonrisa es nacer de nuevo tu sonrisa siempre me permite ser el primero en ver el sol y el ultimo en ver la luna vestirse y guardarse en su calabozo de agua salada.
II
II
Te juro que pensaba decir algo en ese momento en que me gritabas pidiendo de mi una palabra, una mueca que te permitiera saber que te estaba escuchando pero tu no me escuchabas, de mis ojos brotaban palabras, de mis manos poemas, de mis lagrimas disculpas, de mi torpe abrazo el amor eterno, de mi infantil beso mi sabiduría más pura y de mi torpe cuerpo el cofre de tus recuerdos.