Como cambiar cuando estoy en guerra conmigo mismo Y me harto de mi sombra deambulando por pasillos y baños que son nuevos para mis ojos vírgenes de todo Y a la vez son la pudredumbre cotidianidad de mis curdos ojos, Incongruencias de lo humano o fantasía de ambulante, picaflor de vasos y botellas, soñador de pasillos. Busco el perdón de los imperdonables, saboreo la saliva de los muertos, de los ahorcados con poesía, de los borrachos de besos, de los mendigos del alma. Sueño con todos porque soy un poco de todos ellos, pero sin conocerme aún, sin poder saborear mis manos, aun no existe en mi, mí perdón, aún no consigo vivir un año sin tener que presenciar un diluvio de tus ojos ni un nuevo desierto de mi alma.
