miércoles, septiembre 03, 2008

Revolución




La manzana ajena me sienta mejor, la angustia subliminal me acecha, los zapatos lustrados parecen de payaso, la sonrisa inútil no hace reír a nadie, el metro esta lleno de enemigos, de princesas ajenas y amargadas conocidas, los hombres empujan como si fueran vacas, ya no hay caballeros en la loca locomoción colectiva, quizás sea el simple hecho de que no quedan poetas o será esa amarga sensación de que hoy el romanticismo no es más que una tendencia artística, que pena me embarga que angustia en el alma me implorara una revolución de poetas y rosas.

lunes, septiembre 01, 2008