miércoles, noviembre 15, 2006

No sobran las palabras...

Si por alguna fatídica casualidad mi mirada se pierde en el infinito rehusando mirar tu sonrisa o el brote amargo de una lagrima, no dudes de mí, ni de ti, ni de nosotros simplemente es mi mirada terrible, la más oscura la que vierto al infinito la que arranco de nosotros, son mis terribles momentos y son parte de la fatídica realidad pero cuando el infinito se hace pequeño y en mi vuelve la calma descubrir tu sonrisa es nacer de nuevo tu sonrisa siempre me permite ser el primero en ver el sol y el ultimo en ver la luna vestirse y guardarse en su calabozo de agua salada.

II

Te juro que pensaba decir algo en ese momento en que me gritabas pidiendo de mi una palabra, una mueca que te permitiera saber que te estaba escuchando pero tu no me escuchabas, de mis ojos brotaban palabras, de mis manos poemas, de mis lagrimas disculpas, de mi torpe abrazo el amor eterno, de mi infantil beso mi sabiduría más pura y de mi torpe cuerpo el cofre de tus recuerdos.

Pudiera ser o podria ser...que se yo...

Podría hacer algo, podría quizás perder la cabeza en este juego o más aún quizás me llene de cordura en este onírico infierno, recuerdo haber leído el blog de un tipo que pretendía ser un dios en medio de su infierno, a sabiendas de la presencia de aquel ángel que parece ser dios y que según yo son lo mismo, como dice Cabral “Dios y el Diablo son lo mismo, solamente que dios se cambia el nombre cuando tiene que hacer algo malo”, no se si será la falta de comida o el exceso de alcohol, lo mas probable es que no sea nada, simplemente un segundo frente a un computador queriendo decir algo, normalmente todo lo contrario de lo que se entiende, quizás eran mis zapatos tan negros, o mi mirada curda la que provoco este momento, quizás mi camisa pintada a mano fue el clik, o una especie de on, que apago todo, quizás fue eso lo que hizo que se quemara la luz del baño, que se terminara el ron y los cigarros, en estos momentos la ventana aparece como un gran monitor que me muestra lo ajeno, lo independiente, lo que a ratos hasta envidio, envidio simplemente por que creo merecer también, tener un ángel que me acompañe, bueno seguiré bebiendo para seguir esperando mi momento, para extender mi angustia, para remarcar que ya me olvidaste que ya soy ajeno hasta de tus pensamientos, que mis juicios ya no hacen sombra sobre tus prejuicios, fue con esta sensación que salí a calle, con la fuerza de comerme al mundo entero o por lo menos lo que queda del mundo un día de semana a las 3 de la mañana, camino por calles vacías, por estas calles que son el pan de las noticias, estas calles que están llenas de muerte, de robos, de trampas y suicidas, me imagino que así se debe sentir o así debe ser esa imagen o esa idea bipolar que sostiene grandes iglesias, que mantiene enormes y estupidas guerras por los siglos de los siglos, si hasta me dan ganas de decir amen seguidito de esas seis palabras, no es casual que sean seis y me largo a reír solo en medio de la calle