sábado, octubre 24, 2015

La Educación del Terror...



Los zapatos de Andrea eran verdes, así se los había pedido a su padre…quien debido a su daltonismo le compro unos brillantes zapatos rojos. Andrea lo miro con esa dulzura que sólo guardan las hijas, al saberse bien amadas. Es que Andrea no tenía motivos aparentes para deshacerse de él.

Su padre de seguro lo sabía, por esa razón hizo todo de la forma perfecta para que pareciera un accidente, hasta volvió a beber de más aquella noche, después de 10 años sin pisar un bar, sin comprar una botella, sin sentir una maldita gota de alcohol en su garganta que le refrescara toda una década de cinismo y silencio.

Andrea esa mañana tenia listo su vestido Negro, no diré que lloro, porque sé que lo hizo, nunca una ducha había durado tanto en una mañana tan fría. La noche anterior fue a ver a su padre, con una botella negra de wiski, a decirle lo que venia

Señalo paso a paso esa noche el riesgo que tenía sobre su futuro. Su padre asintió cada palabra, él sabía que perjudicar a la compañía  con su decisión era fatal para su carrera


El recordó los días en que trabajaba de 8 a 12 de la noche, los años que pasaron como un tren que deja a un pasajero lleno de esperanza al viajar por primera vez, dejo sus más deseados sueños por su extraña forma de educar…dejar su vida seguro era una fácil elección, era su forma de mostrar su amor y su lealtad, a la niña que vio nacer, por la cual dejar todo era parte del vivir. Eso sí, no se iría sin darle una fuerte bofetada, dejándole esta últimas palabras…”A partir de hoy vendrán golpes más fuertes, espero que los puedas esquivar”.