Cuando la furia se
vuelve paz
Los sonidos ajenos se vuelven intolerables
Y caigo en la usencia de tu abrazo
De tus regalos de paz
Cuando el hambre se embriaga
y alma entra en trance
las manos siguen abiertas
y los brazos se mantienen extendidos
Cuando el sabor de tus besos
Lo pierdo en otros besos
Y el cuerpo vuelve a ser solo cuerpo
Siento el frio metal que atraviesa mi cuerpo
Cuando las horas que vivimos se vuelven polvo
Cuando ya no hay flores en nuestro florero
Y ya no se come pan en esta maldita casa
Es que mi corazón vuelve para decirme en un rincón lejano…
vámonos…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario